PLUMEGATE
¿QUÉ ES EL PLUMEGATE?
El plumegate es la proliferación de polvo radioactivo ( polvo que contiene isótopos radioactivos) en el agua, la tierra y el aire, y la no información de este hecho.
El polvo radiactivo presente en el aire, los alimentos y el agua representa una nueva modalidad de contaminación altamente peligrosa. No existe debate público de la problemática del polvo radioactivo, y sin embargo es uno de los mayores retos para la salud del futuro.
Diagrama de exposición a emisiones de radiosótopos – CANCER QUERY
Sumada a la contaminación química, los seres vivos de la Tierra están expuestos a una compleja combinación de sustancias altamente nocivas para la salud, que en el caso de los isótopos radioactivos son capaces de alterar el correcto funcionamiento del metabolismo celular y alterar el ADN.
El incremento exponencial de polvo radiactivo en el aire es una realidad que se choca con la incapacidad tecnológica de impedir tanta desintegración atómica o neutralizar tanta contaminación radiactiva. El hombre puede llegar a Marte pero no puede limpiar estas partículas tan nocivas en constante circulación en la Tierra. Se pueden construir satélites capaces de orbitar la Tierra, pero no se pueden construir robots capaces de sobrevivir en muchos puntos de la central nuclear de Fukushima.
El polvo radioactivo, representa el mayor problema para la salud pública y medioambiental, al que la humanidad se haya enfrentado jamás, y la no información sobre este tema, genera una incapacidad tecnológica e inacción de recursos que podrían dedicarse al intento por la paralización efectiva de la expansión de cientos de isótopos radioactivos diferentes que actualmente están presentes en comida, agua y cuerpos de todos los seres vivos de la Tierra. Su progresión y/o aumento exponencial en un futuro supondría enormes problemas para la progresión de la vida y la fertilidad de la Biosfera.
La Biosfera se ha convertido en un experimento de la industria nuclear, y la supervivencia va a estar marcada por la selección natural de animales y plantas que consigan sobrevivir con altos niveles de radioactividad medioambiental sin desarrollar múltiples cánceres.
La contaminación química en el medioambiente es una constante desde el comienzo de la revolución industrial en el siglo XVIII, que se vio incrementada con la industrialización de la química a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, esto produjo la incorporación de elementos químicos sintéticos en el medioambiente como parabenos, Dtt, Bpa´s, glisofato, …
Pero a diferencia de la contaminación química, la contaminación radioactiva, supone muchísimos más retos y riesgos para la salud y el futuro desarrollo de la vida en el planeta.
El comienzo de la industria nuclear en la primera mitad siglo XX, propició la aparición de isótopos radioactivos en el medioambiente. Irene Curie, hija de Marie Curie, y ganadora del premio Nobel de química en 1935, junto a su marido Frédéric Joliot, por sus trabajos en la síntesis de nuevos elementos radiactivos, significó uno de los eventos científicos de mayor relevancia de la historia de la humanidad, el descubrimiento de nuevos elementos radioactivos no naturales creados sin querer por la expansión y experimentación de la industria nuclear. Nuevas sustancias altamente cancerígenas iban a estar presente en la naturaleza a partir de este momento, siendo algunas, sustancias que no se van a poder descomponer o desintegrar hasta hasta pasados cientos de miles de años.
Algunos de estos elementos pueden tener diferentes usos industriales, pero una gran parte de estos elementos son nocivos e inestables y no se sabe cómo neutralizarlos o des-programar su desintegración constante.
La capacidad de crear artificialmente elementos radiactivos, abre las puertas a nuevos elementos no presentes en la naturaleza, que desde el siglo XX forman parte del medioambiente, y han sido responsables del incremento constante de la radiación ionizante en el medio ambiente.
Desde entonces la industria nuclear ha creado nuevos elementos, algunos de los cuales ha podido nombrar e identificar, y otros a pesar de haber sido creados en los procesos químicos de la industria nuclear, aun la ciencia no ha podido identificar y nombrar. Una nueva realidad radiactiva que forma parte del medioambiente de las últimas décadas.
Las bombas de Hiroshima y Nagasaki, pruebas militares atómicas, accidentes en la gestión de residuos radioactivos, el desarrollo de la medicina nuclear, los accidentes de Chernobyl, Three Mile Island y muy especialmente el desastroso accidente nuclear de Fukushima son algunos de los acontecimientos que mayores cantidades de isótopos radiactivos han liberado en la Tierra, pero la propia actividad de la Industria Nuclear y armamentística también impacta en menor medida con la proliferación de isótopos radiactivos en el medio ambiente, ya sea el caso de las DU Weapons, armas y pistolas con uranio empobrecido.
En 2020 había 440 centrales nucleares operativas en el mundo, 100 en proceso de construcción y unas 300 más planificadas para las próximas décadas. En los últimos años, a pesar del accidente nuclear de Fukushima ( que sigue en curso), se han aprobado más proyectos de construcción de nuevas centrales nucleares que en las últimas dos décadas del siglo XX. Esto implica un aumento de minería de uranio, y la necesidad de mayores cantidades de combustible nuclear.
FUKUSHIMA
El tsunami del 11 de marzo de 2011, provocó que la central nuclear de Fukushima perdiese su alimentación eléctrica, desactivando el enfriamiento de sus reactores. Comenzó el peor accidente en cadena de la industria nuclear. A lo largo de los tres días posteriores, la central nuclear de Fukushima experimentó 3 explosiones de hidrógeno en los reactores 1,3 y 4, y otra explosión que daño gravemente el tanque de contención en el reactor nº2. Las piscinas que albergaban combustible radiactivo fueron terriblemente dañadas y parte del material radiactivo fue liberado a la atmósfera. Numerosos elementos radioactivos no presentes en la naturaleza fueron liberados en enormes cantidades al medioambiente, contaminando el agua y el aire de todo el mundo.
TOKYO – JAPÓN
La central nuclear de Fukushima en Japón, con seis reactores nucleares, sufrió un accidente que a día de hoy sigue fuera de control, siendo uno de los mayores problemas para la salud mundial del futuro.
Varios tifones, como el Whipa en 2013, y el tifón más fuerte de las últimas décadas en Japón, el tifón Hagibis de 2019 afectaron enormemente a la prefectura de Fukushima, además el terremoto de 7.3 en febrero de 2021 también en la región, solo se suma a la cadena de problemas para el desmantelamiento de Fukushima.
El 13 de abril de 2021 el gobierno japonés manifesto su decisión de echar al océano pacífico mas de un millón de metros cúbicos de agua altamente contaminada con Tritio. Un plan para echar al océano pacifico durante años basura radiactiva, anunciado meses antes de la celebración de los juegos olímpicos.
La nula colaboración del gobierno japonés para recibir apoyo internacional para la gestión del desmantelamiento de la central nuclear de Fukushima, y la constate contaminación vertida al océano pacífico y manipulación de información relevante, implica una opacidad total en la gestión del peor accidente nuclear en cadena, una enorme irresponsabilidad gestionada por la misma empresa que no quiso gastar un poco más en construir un muro frente al mar, para proteger la central de tsunamis especialmente altos, en un país con la mayor actividad sísmica mundial.
Esta negligencia en cadena que es Fukushima, junto con la incapacidad de la IAEA por mandato, de no hacer nada que perjudique la promoción de la energía nuclear, impide a la OMS, que también por mandato esta supeditada la IAEA, en lo que se refiere a la publicación de informes médicos que analicen el impacto en la salud de la industria nuclear, impide de facto que los organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud, y la Agencia Internacional para la Energía Atómica, nunca puedan cuestionar públicamente la seguridad en la salud humana del incremento de la radiación ionizante en el medio ambiente, provocado por negligencias en la industria nuclear. Esta situación de indefensión de la salud pública en lo que concierne a los efectos del polvo radioactivo cada vez más presente, supone un riesgo terrible para la salud de las futuras generaciones.
Elementos radiactivos sintéticos como el CESIO137 han sido encontrados en alimentos de todo el mundo. Enormes cantidades de este material, así como el Estroncio 90 o MOX, con enormes cantidades de plutonio, fueron liberados a un planeta incapaz de asimilar o diluir este tipo de contaminación sintética radiactiva.
Los aumentos de cáncer desde Fukushima son constantes y su crecimiento muy posiblemente se convierta en exponencial a medida que se vayan liberando ingentes cantidades de residuos radioactivos durante las próximas décadas. Toda la salud de la biosfera se ve afectada por la disgregación geográfica a través de la introducción en el ciclo hidrológico de isótopos radioactivos en grandes cantidades.
Institut de Radioprotection et de Sûreté Nucléaire – IRSN
https://edition.cnn.com/2018/07/23/health/california-wine-radioactive-fukushima-trnd/index.html
