2020 AÑO DE LA SANIDAD VEGETAL
Durante el mes de diciembre de 2018, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró 2020 como Año Internacional de la Sanidad Vegetal
Las plantas son las grandes contribuyentes al bienestar de la humanidad, y son las grandes olvidadas cuando se habla de biodiversidad
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura FAO Las plantas constituyen el 80 por ciento de nuestros alimentos, pero sufren la amenaza constante y creciente de plagas y enfermedades
El Año Internacional de la Sanidad Vegetal (AISV) 2020, quiere ayudar a concienciar a nivel mundial sobre porque la protección de la salud de las plantas puede ayudar a erradicar el hambre, reducir la pobreza, proteger el medio ambiente e impulsar el desarrollo económico.
Según la FAO las plantas constituyen el 80 por ciento de los alimentos que comemos y producen el 98 por ciento del oxígeno que respiramos. Sin embargo, se enfrentan a la amenaza constante y creciente de plagas y enfermedades.
Se calcula que aproximadamente el 40 por ciento de los cultivos para alimentación a nivel mundial se pierden o desechan a causa de muchas de las plagas y enfermedades que asolan a las plantas.
La FAO achaca pérdidas anuales en el comercio agrícola de más de 220 000 millones de dólares EEUU, al impacto de las plagas y enfermedades de cultivos de plantas, y afirma que esto provoca que millones de personas padezcan hambre.
Para poder alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es fundamental medidas para la promoción de la sanidad vegetal.
Biomima propone como medida para fomentar la sanidad vegetal que los gobiernos aprueben un nuevo grado o formación profesional exclusivamente dedicado a la Medicina Vegetal.
En la presentación el 2 de diciembre de 2019 del Año Internacional de la Sanidad Vegetal, el Director General de la FAO, Qu Dongyula declaraba que «Las plantas suponen la base fundamental para la vida en la Tierra y son el pilar más importante de la nutrición humana. Pero contar con plantas sanas no es algo que podamos dar por supuesto».
La alteración de los ecosistemas por el cambio climático y las actividades humanas, merma la biodiversidad y crea condiciones propicias a las plagas. Los sistemas inmunologicos de las plantas se debilitan y la resiliencia de los ecosistemas se vuelve negativa, siendo más susceptibles a enfermedades.
El turismo y comercio internacional se han triplicado en la última década, y se señalan también como nuevos focos en la propagación de plagas y enfermedades por todo el mundo, causando enorme daño a las plantas autóctonas.
«Al igual que en el caso de la sanidad humana o animal, más vale prevenir que curar en el ámbito fitosanitario», subrayó el responsable de la FAO.
La educación ambiental, y sobre todo la educación hacia el valor e importancia de las plantas para la salud pública y la economía son esenciales para poder efectivamente normalizar la Medicina Vegetal, como sectores de una sociedad avanzada que cuida los ecosistemas e invierte en investigación para mejorar la Sanidad Vegetal, esencial para la biosfera y para la salud de las personas.